En 1967 se derriba el Arco del Corregidor, dentro de la nueva política de despejar la muralla de "edificaciones modernas" adosadas, que impedían la vista de aquella. Prevaleció lo más antiguo sobre lo más reciente. Perdimos un arco emblemático de la historia reciente de Cáceres, pero ganamos la perfecta contemplación de la Torre de los Púlpitos. Este derribo, aún hoy en día, resulta polémico, entre los partidarios de haber respetado el Arco y los detractores que prefieren ver la muralla libre de edificaciones mas recientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario