Plaza Mayor de Cáceres hacia 1925-1930. Fotógrafo Tomás Martín Gil. En esta imagen son apreciables los cambios respecto al estado de la plaza en la actualidad. Esos cambios vienen dados fundamentalmente por las "desapariciones"; como la bandeja central, la espadaña de la Torre de Bujaco junto con el genio andrógino (conocido popularmente como Diosa Ceres), el reloj de la Torre de Bujaco junto con las casas contiguas a la Ermita de La Paz, casas adosadas a la muralla, o casas adosadas a las torres de Los Púlpitos o de La Yerba, así como también la desaparición del Arco del Corregidor. Como curiosidad, que estarían mirando ese grupo de cacereños en la parte inferior izquierda de la fotografía....? acaso una partida de petanca...?
miércoles, 30 de diciembre de 2015
viernes, 25 de diciembre de 2015
La fotografía tiene esa magia, la posibilidad de capturar en parte, el alma de las personas, de inmortalizar un momento que nunca más va a volver, de generar una imagen que habla por sí misma, que transmite emoción, que genera recuerdos, que provoca, evoca, conmueve y desborda.
La fotografía que refleja la colocación de la primera piedra del ayuntamiento de Cáceres, es considerada por muchos, como la fotografía mas antigua que se conserva de Cáceres. Este acto público tuvo lugar el día 24 de noviembre de 1867 y correspondió el honor, de inmortalizar este momento con su cámara fotográfica, al Conde de Lipa, conocido así en España, pero cuyo verdadero nombre era Ludwik Tarszeński Konarzenski. El Conde de Lipa nació en Polonia, hacia 1793-1794 y falleció en Zafra el 24 de octubre de 1871. fue capitán del ejército polaco, reconocido por su participación en el Levantamiento de Noviembre contra Rusia y fotógrafo de cámara de las Reinas de España y Portugal, además de profesor de fotografía, difundiendo el nuevo arte de la fotografía por el sur de la península ibérica.
El 10 de septiembre de 1866, un joven de 13 años, de apellido extraño y natural de Málaga, solicitaba inscribirse en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Cáceres para cursar el tercer año. Presentaba sendas certificaciones de haber superado con excelentes notas el primer curso en el Colegio de Nuestra Señora del Carmen, adscrito al Instituto de Granada, durante el curso 1864/65, y el segundo curso en Madrid, en el Colegio del señor de Parada, incorporado al Instituto San Isidro de la capital, durante el curso 1865/66.
¿Su nombre?: Luis Tarszenki de Lipa y Voisins. Era hijo de Ludwik Tarszeński Konarzenski y de Magdalena de Voisins Residía con sus padres en los Portales del Reloj número 28, en la plaza de la ciudad, y al año siguiente, ya en el cuarto curso, en la calle Moros número 6 (hoy General Margallo). Desde Mérida, en diciembre de 1867, su padre solicitará el traslado de matrícula de su hijo al Instituto de Badajoz dado su delicado estado de salud y por consejo de los facultativos, terminando así su relación con el cacereño instituto. Establecido en Zafra en 1868, su padre fallecería en esta ciudad en 1871.
Este dato, podría echar por tierra la teoría hasta ahora aceptada, que mantiene que el Conde De Lipa llegó hasta nuestra ciudad contratado por el consistorio, para fotografiar la colocación de la primera piedra del ayuntamiento. Es por lo tanto, probable, que el conde de Lipa residiera en Cáceres junto a su familia ya en 1866. Si bien, su carácter inquieto y aventurero, junto a la necesidad de desplazarse continuamente por los quehaceres de su trabajo, le impidiera una estancia continuada en nuestra ciudad. Durante su vida en España, se tiene constancia que en 1843 residía en Sevilla, en 1845 se muda a Puerto de Santa María, en 1847 a Málaga y mas tarde a Córdoba, Jaen, Madrid… compaginando su labor como profesor de fotografía (formó incluso a la primera fotógrafa de España), junto con su faceta como vendedor de equipos fotográficos de última generación importados de Francia. Incluso en su estancia en Sevilla aparece inscrito en el padrón municipal como maestro de florete.
De su estancia en Cáceres, a donde llega tras detenerse en Trujillo, queda su obra, algunas de las fotografías más antiguas que se conservan de la ciudad, como la imagen que muestra la ceremonia de colocación de la primera piedra del nuevo ayuntamiento, el 24 de noviembre de 1867. El hecho de fotografiar un acto público tan destacado, nos permite fijar la fecha exacta de la instantánea, pero otra serie de sus fotografías, rivalizan en antigüedad con dicha imagen ; todas ellas están en posesión de la Universidad de Navarra y son una vista parcial desde la subida a la Montaña, otra de la torre de Bujaco junto con la Ermita de la Paz, otra de la Ermita del Calvario, una del Nazareno y otra del Iglesia y convento de San Francisco Javier en la cual aparecen unos niños en la puerta del instituto provincial de segunda enseñanza ¿Será su hijo Luis uno de los que desde la puerta del Instituto nos mira?. Todas estas fotografías podrían datarse con bastante certeza entre 1866 y 1867.
Pero es otra fotografía, no tan conocida como las anteriores, la que sin duda, supera en antigüedad a la fotografía de la colocación de la primera piedra del nuevo ayuntamiento. Se sabe que el 12 de febrero de 1867, el conde de Lipa “fotógrafo de SSMM y del Príncipe” firma en Cáceres la petición de una patente “con obgeto de perfeccionar las targetas para retratos fotográficos. Las targetas de la invención del recurrente se llamarán históricas y monumentales, porque ha de colocarse una vista de ciudad, paisage, edificio, monumento o episodio histórico al gusto y a la elección de las personas que se retraten y al dorso de las targetas gravadas al efecto; resultando de este proceder no solamente un adorno que ningún artista hasta hoy ha usado, ni en España ni en el Estrangero, sino que al mismo tiempo proporciona interesantes recuerdos sacados de vistas originales, y de reproducciones de los mejores gravados y cuadros al óleo, con el mayor esmero y perfección que sabrán apreciar los que se retraten y las personas a quienes sean dedicados los retratos.”
“Remito a V.S., para que se sirva informar, la adjunta instancia y pliego cerrado que por conducto del gobernador de la provincia de Cáceres dirige a S.M. con fecha 12 de Febrero último Don Luis Tarszenski, Conde de Lipa, solicitando Real Cédula-privilegio de invención por cinco años, a fin de asegurar la propiedad de un proceder para perfeccionar las targetas para retratos fotográficos.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Madrid, 22 de Marzo de 1867.
El Director General
Agustín de Perales” (ortografía original)
El maestro de los Ibáñez y de tantos otros fotógrafos españoles patentó en 1867 las tarjetas históricas y monumentales. Consistía el invento en ilustrar el dorso de las fotografías con una imagen elegida por el retratado. La imagen, extraída de un grabado o de un óleo, poseería cierto aroma histórico y se supone que alguna relación con la persona retratada. Esta mujer cacereña, que sirvió de ejemplo al Conde de Lipa, prefirió los carnavales de Roma a las ruinas de Pompeya.
Luis Tarszenski murió cuatro años después sabiendo que su intento había caído en saco roto.
Aquí os dejo la fotografía mas antigua de Cáceres, no refleja ningún acto público, religioso, ningún paisaje, ni monumento. Se trata de una fotografía de estudio, de una antepasada cacereña que sirvió de modelo al Conde de Lipa.
Mujer con dorso romano. Autor: Luis Tarszenski, conde de Lipa. Cáceres, hacia 1866. Tarjeta histórica. Dorso: Carnaval de Roma. Conde de Lipa. Fotógrafo de SSMM y AA. En Privilegio 4300, fragmento. Archivo Histórico de la Oficina Española de Patentes y Marcas.
Fuentes: http://cacerespasoapasopiedraapiedra.blogspot.com.es/, Wikipedia, IES El Brocense (Ángeles Sánchez Rubio), La fotografía en Extremadura, tránsito del siglo XIX al XX (Matilde Muro Castillo) y http://rostroseneltiempo.blogspot.com.es/
La fotografía que refleja la colocación de la primera piedra del ayuntamiento de Cáceres, es considerada por muchos, como la fotografía mas antigua que se conserva de Cáceres. Este acto público tuvo lugar el día 24 de noviembre de 1867 y correspondió el honor, de inmortalizar este momento con su cámara fotográfica, al Conde de Lipa, conocido así en España, pero cuyo verdadero nombre era Ludwik Tarszeński Konarzenski. El Conde de Lipa nació en Polonia, hacia 1793-1794 y falleció en Zafra el 24 de octubre de 1871. fue capitán del ejército polaco, reconocido por su participación en el Levantamiento de Noviembre contra Rusia y fotógrafo de cámara de las Reinas de España y Portugal, además de profesor de fotografía, difundiendo el nuevo arte de la fotografía por el sur de la península ibérica.
El 10 de septiembre de 1866, un joven de 13 años, de apellido extraño y natural de Málaga, solicitaba inscribirse en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Cáceres para cursar el tercer año. Presentaba sendas certificaciones de haber superado con excelentes notas el primer curso en el Colegio de Nuestra Señora del Carmen, adscrito al Instituto de Granada, durante el curso 1864/65, y el segundo curso en Madrid, en el Colegio del señor de Parada, incorporado al Instituto San Isidro de la capital, durante el curso 1865/66.
¿Su nombre?: Luis Tarszenki de Lipa y Voisins. Era hijo de Ludwik Tarszeński Konarzenski y de Magdalena de Voisins Residía con sus padres en los Portales del Reloj número 28, en la plaza de la ciudad, y al año siguiente, ya en el cuarto curso, en la calle Moros número 6 (hoy General Margallo). Desde Mérida, en diciembre de 1867, su padre solicitará el traslado de matrícula de su hijo al Instituto de Badajoz dado su delicado estado de salud y por consejo de los facultativos, terminando así su relación con el cacereño instituto. Establecido en Zafra en 1868, su padre fallecería en esta ciudad en 1871.
Este dato, podría echar por tierra la teoría hasta ahora aceptada, que mantiene que el Conde De Lipa llegó hasta nuestra ciudad contratado por el consistorio, para fotografiar la colocación de la primera piedra del ayuntamiento. Es por lo tanto, probable, que el conde de Lipa residiera en Cáceres junto a su familia ya en 1866. Si bien, su carácter inquieto y aventurero, junto a la necesidad de desplazarse continuamente por los quehaceres de su trabajo, le impidiera una estancia continuada en nuestra ciudad. Durante su vida en España, se tiene constancia que en 1843 residía en Sevilla, en 1845 se muda a Puerto de Santa María, en 1847 a Málaga y mas tarde a Córdoba, Jaen, Madrid… compaginando su labor como profesor de fotografía (formó incluso a la primera fotógrafa de España), junto con su faceta como vendedor de equipos fotográficos de última generación importados de Francia. Incluso en su estancia en Sevilla aparece inscrito en el padrón municipal como maestro de florete.
De su estancia en Cáceres, a donde llega tras detenerse en Trujillo, queda su obra, algunas de las fotografías más antiguas que se conservan de la ciudad, como la imagen que muestra la ceremonia de colocación de la primera piedra del nuevo ayuntamiento, el 24 de noviembre de 1867. El hecho de fotografiar un acto público tan destacado, nos permite fijar la fecha exacta de la instantánea, pero otra serie de sus fotografías, rivalizan en antigüedad con dicha imagen ; todas ellas están en posesión de la Universidad de Navarra y son una vista parcial desde la subida a la Montaña, otra de la torre de Bujaco junto con la Ermita de la Paz, otra de la Ermita del Calvario, una del Nazareno y otra del Iglesia y convento de San Francisco Javier en la cual aparecen unos niños en la puerta del instituto provincial de segunda enseñanza ¿Será su hijo Luis uno de los que desde la puerta del Instituto nos mira?. Todas estas fotografías podrían datarse con bastante certeza entre 1866 y 1867.
Pero es otra fotografía, no tan conocida como las anteriores, la que sin duda, supera en antigüedad a la fotografía de la colocación de la primera piedra del nuevo ayuntamiento. Se sabe que el 12 de febrero de 1867, el conde de Lipa “fotógrafo de SSMM y del Príncipe” firma en Cáceres la petición de una patente “con obgeto de perfeccionar las targetas para retratos fotográficos. Las targetas de la invención del recurrente se llamarán históricas y monumentales, porque ha de colocarse una vista de ciudad, paisage, edificio, monumento o episodio histórico al gusto y a la elección de las personas que se retraten y al dorso de las targetas gravadas al efecto; resultando de este proceder no solamente un adorno que ningún artista hasta hoy ha usado, ni en España ni en el Estrangero, sino que al mismo tiempo proporciona interesantes recuerdos sacados de vistas originales, y de reproducciones de los mejores gravados y cuadros al óleo, con el mayor esmero y perfección que sabrán apreciar los que se retraten y las personas a quienes sean dedicados los retratos.”
“Remito a V.S., para que se sirva informar, la adjunta instancia y pliego cerrado que por conducto del gobernador de la provincia de Cáceres dirige a S.M. con fecha 12 de Febrero último Don Luis Tarszenski, Conde de Lipa, solicitando Real Cédula-privilegio de invención por cinco años, a fin de asegurar la propiedad de un proceder para perfeccionar las targetas para retratos fotográficos.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Madrid, 22 de Marzo de 1867.
El Director General
Agustín de Perales” (ortografía original)
El maestro de los Ibáñez y de tantos otros fotógrafos españoles patentó en 1867 las tarjetas históricas y monumentales. Consistía el invento en ilustrar el dorso de las fotografías con una imagen elegida por el retratado. La imagen, extraída de un grabado o de un óleo, poseería cierto aroma histórico y se supone que alguna relación con la persona retratada. Esta mujer cacereña, que sirvió de ejemplo al Conde de Lipa, prefirió los carnavales de Roma a las ruinas de Pompeya.
Luis Tarszenski murió cuatro años después sabiendo que su intento había caído en saco roto.
Aquí os dejo la fotografía mas antigua de Cáceres, no refleja ningún acto público, religioso, ningún paisaje, ni monumento. Se trata de una fotografía de estudio, de una antepasada cacereña que sirvió de modelo al Conde de Lipa.
Mujer con dorso romano. Autor: Luis Tarszenski, conde de Lipa. Cáceres, hacia 1866. Tarjeta histórica. Dorso: Carnaval de Roma. Conde de Lipa. Fotógrafo de SSMM y AA. En Privilegio 4300, fragmento. Archivo Histórico de la Oficina Española de Patentes y Marcas.
Fuentes: http://cacerespasoapasopiedraapiedra.blogspot.com.es/, Wikipedia, IES El Brocense (Ángeles Sánchez Rubio), La fotografía en Extremadura, tránsito del siglo XIX al XX (Matilde Muro Castillo) y http://rostroseneltiempo.blogspot.com.es/
sábado, 5 de diciembre de 2015
Panorámica de la subida a la Montaña. La fotografía pertenece al archivo histórico del fotógrafo Lucien Roisin Besnard, que firmaba su obra como L. Roisin y que en España fue conocido también como Luciano Roisin. Fue un fotógrafo y editor francés conocido por la gran cantidad de postales que produjo. No todas las fotografías que comercializó Lucien fueron realizas por él. Las postales, ligadas al fomento del turismo, se obtuvieron a partir de fotografías propias y ajenas. Como editor de postales trabajó a menudo con fotografías de otros autores, fotógrafos locales a los que compraba los clichés, para poder cubrir la gran demanda. Debido a la falta de documentación y la cantidad de imágenes de "Postales Roisin", la identidad de estos fotógrafos no se ha podido establecer. La fotografía original esta realizada en blanco y negro. La que aquí aparece, está coloreada a mano para hacerla mas atractiva al cliente de la época. Esta labor del coloreado de las fotografías era una labor artesanal. En los ferrotipos, el color se podía añadir mediante distintos métodos: empleando pinturas a base de aceite, ceras, pinturas pastel, tizas de color (no se podían utilizar acuarelas), etc. El coloreado a mano comenzó a extenderse, tanto que los fotógrafos estadounidenses se lanzaron a contratar a “coloristas”, en su mayoría mujeres.
A partir de este momento empiezan a aumentar las técnicas de coloreado. Las grabaciones en papel se hacen populares, y con ellas los retratos a lápiz. Ya fuese utilizando ceras, pinturas pastel, carboncillo o lápices de colores, las copias se realizaban a tamaño real, y el resultado se asemejaba más a una pintura moderna que a una fotografía.
Al público le apasionaban las fotografías coloreadas, quería aprender a realizarlas por sí mismo. Fueron tantas las personas que escribieron a las publicaciones sobre arte y fotografía con preguntas sobre el coloreado manual que en 1879 Art Amateur publicó una serie de artículos sobre las herramientas, procesos y trucos del mercado.
Había llegado la edad de oro de la fotografía coloreada!!!
Entre 1900 y 1940, la técnica del coloreado prospera hasta el punto en que las fotografías se adquirían a modo de regalo, souvenir o recuerdo personal. Desde 1904 hasta 1939, el ministro Wallace Nutting, esta vez de Nueva Inglaterra, se convierte en el fotógrafo de coloreado manual con más ventas del momento.
En 1907 se inventa el autocromo, la primera técnica para obtener fotografías a color naturales, con gran acogida por el público en general. No obstante, no fue hasta 1950 cuando se comercializa con éxito la primera película a color.
Así, el coloreado manual de fotografías deja de evolucionar en EEUU y la mayor parte de Europa.
Año de la fotografía hacia 1930. Formato foto-postal. Ediciones L. Roisin.
Fuentes: Wikipedia, www.pixartprinting.es, Jordan J. Lloyd, cacerespasoapasopiedraapiedra.blogspot.com.es
A partir de este momento empiezan a aumentar las técnicas de coloreado. Las grabaciones en papel se hacen populares, y con ellas los retratos a lápiz. Ya fuese utilizando ceras, pinturas pastel, carboncillo o lápices de colores, las copias se realizaban a tamaño real, y el resultado se asemejaba más a una pintura moderna que a una fotografía.
Al público le apasionaban las fotografías coloreadas, quería aprender a realizarlas por sí mismo. Fueron tantas las personas que escribieron a las publicaciones sobre arte y fotografía con preguntas sobre el coloreado manual que en 1879 Art Amateur publicó una serie de artículos sobre las herramientas, procesos y trucos del mercado.
Había llegado la edad de oro de la fotografía coloreada!!!
Entre 1900 y 1940, la técnica del coloreado prospera hasta el punto en que las fotografías se adquirían a modo de regalo, souvenir o recuerdo personal. Desde 1904 hasta 1939, el ministro Wallace Nutting, esta vez de Nueva Inglaterra, se convierte en el fotógrafo de coloreado manual con más ventas del momento.
En 1907 se inventa el autocromo, la primera técnica para obtener fotografías a color naturales, con gran acogida por el público en general. No obstante, no fue hasta 1950 cuando se comercializa con éxito la primera película a color.
Así, el coloreado manual de fotografías deja de evolucionar en EEUU y la mayor parte de Europa.
Año de la fotografía hacia 1930. Formato foto-postal. Ediciones L. Roisin.
Fuentes: Wikipedia, www.pixartprinting.es, Jordan J. Lloyd, cacerespasoapasopiedraapiedra.blogspot.com.es
miércoles, 2 de diciembre de 2015
Iglesia de Santa María
La Santa Iglesia Concatedral de Santa María es el más importante templo cristiano de la ciudad de Cáceres. Se completó entre los siglos XV y XVI sobre una construcción del siglo XIII de maneras mudéjares y techo de madera. Realizada completamente con sillares de granito, su estilo se puede considerar románico de transición al gótico. El 3 de junio de 1931 la iglesia fue declarada Monumento Histórico Artístico. En 1957 obtuvo la dignidad de concatedral de la diócesis de Coria-Cáceres. La fotografía corresponde a una postal de Manuel Cilleros. Manuel Cilleros era un señor que tenía un estanco en el Portal Llano en Cáceres a principios del siglo XX, y editó una colección de postales. Son las famosas "M. C. Cáceres", que se hicieron desde 1910. Se las encargó a un fotógrafo francés que vino a Cáceres. Manuel Cilleros murió en 1915 y su viuda siguió haciendo postales. La fotografía aparece también en la enciclopedia Ilustrada Seguí, publicada entre 1900 y 1910. Puede que el fotógrafo fuera Bienaime, si fuera así, la fotografía se situaría en torno a 1910, aunque pudiera ser de algún otro fotógrafo itinerante. Podría ser también anterior, y haberse realizado a finales del siglo XIX, ya que aparece en la enciclopedia Seguí, que empezó a editarse a principios de 1900.
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